Revista Contra Estudio

sábado, 12 de julio de 2014

Entrevista a Juan José Gómez Cadenas: «En la novela se da el combate entre dos personalidades mías: el humanista y el científico».


Entrevistamos Juan José Gómez Cadenas (Cartagena, España. 1960) que actualmente ha publicado la novela ‘Spartana’.  Físico y escritor, Gómez Cadenas es profesor de Investigación del CSIC, catedrático excedente de Física Atómica y Nuclear y director del grupo de Física de Neutrinos del Instituto de Física Corpuscular de Valencia. Formado en Estados Unidos, trabajó durante ocho años en el CERN y ha sido profesor visitante en diversas universidades e instituciones científicas de todo el mundo.



He leído que su novela es a grandes rasgos una historia que parte de un ejercicio de prospección política, económica, social y tecnológica, ¿nos lo explica?
Sí, básicamente al final se produce porque tienes la formación que te permiten interpretarlo y entenderlo. Cojo todos estos elementos que te inquietan como ciudadano y quiero proyectarlos, proyectarlo a sesenta años. ¿Por qué a sesenta años?, porque quiero que sea lo suficientemente cercano para que tenga sentido. Si lo hubiera hecho a mil años no hubiera sabido de qué estaba hablando. Esta extrapolación, esta proyección, nos lleva a reflexionar sobre el mundo en el que estamos ahora, que es el objetivo final de todas las distopías
Más allá de la reflexión sobre las consecuencias de la crisis energética y la sociedad futurista de 2060 en Spartana hay una historia de amor con una gran protagonista, la bella atleta Vega Stark.
Me gusta que me hagas esta pregunta porque muchas de las preguntas que me hacen estos días se centran la atención en la distopía, y a mí lo que me gusta es la historia de Vega Stark. Vega es una muchacha que creo que representa todo lo bueno que yo veo en los jóvenes de hoy en día. La novela se podría decir que es pesimista pero no es pesimista, sino optimista porque la protagonista es una joven que quiere cambiar ella y cambiar el mundo. En realidad no está muy empeñada en cambiar el mundo. Vega es un personaje lleno de fuerza, de energía, de inocencia, de generosidad interna y sobre todo muy valerosa. Esto una cosa que me gustó mucho: meterme en su piel, observarla desde dentro y desde fuera. Ella es una superatleta enorme, gigantesca, es como un ave rara, como una chica feucha, hasta cierto punto acomplejada, tiene la cara marcada; yo la veo con los ojos de fuera y veo su belleza interna y externa.
Ha publicado libros de divulgación y trabajado durante muchos años en el CERN, como científico me gustaría saber ¿qué podemos hacer los ciudadanos de a pie para que el mundo sea otro, mejor del que se describe en Spartana, dentro de medio siglo?
Muy obvio, realmente en la novela se da el combate entre dos personalidades mías: el humanista y el científico. El humanista es pesimista; es pesimista porque no tiene una fe enorme en la Humanidad. El científico en cambio es optimista porque tiende a creer que la ciencia y la tecnología lo puede aliviar. El cruce tiende a resultar un poco optimista. Yo creo que la palabra clave, la que puede resumirlo todo, es la palabra que busca Vega en toda la novela: educación.
Inevitable al leer la sinopsis de Spartana comparar el argumento con otras novelas distópicas de moda, bien Los juegos del hambre o Divergente, ¿qué le diría a los potenciales lectores que no se decidan pensando en ello, en otra novela que sigue la estela de la distopía?
Para empezar no creo que ‘Divergente’ ni ‘Los Juegos del hambre’ sean distopías, son falsas distopías; los mundos que crean son clichés, son decorados, y por lo tanto, increíbles. En cambio esta novela no es un cuento de hadas, tiene bastante sustancia, se aprende bastante del mundo leyéndola, y la parte de la aventura es grande, es intensa. De alguna manera he intentado que sea más amplia de lo que es ‘Los juegos del hambre o ‘Divergente’ a las conozco bien porque tengo hijos jóvenes. Los escenarios son básicamente decorados, son mundos bastante falsos, se convierten a veces en un teatrillo. Aquí la aventura te lleva desde Eurosur a Siberia y finalmente hasta Alberta. Lo que quiero recuperar aquí para los jóvenes básicamente es a Julio Verne. Yo leía a Julio Verne y me lo pase ‘como un animal’ porque Julio Verne te daba aventuras a capazos, te llevaba de acá para allá, te enseñaba gente, y yo lo que quiero es recuperar para los jóvenes toda esa gran aventura y un mundo mucho más complicado que el de esas otras novelitas.


Por Ginés J. Vera

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